La Cigarra y la Hormiga
Es verano. Hormiga busca y trae semillas para su hormiguero. Lo hace constantemente. Mientras, sobre una piedra y con su guitarra, Cigarra le canta al sol. Al llegar el inverno, las cosas se complican: Hormiga se recluye en su hormiguero; y Cigarra no tiene nada para comer. Hambriento y tiritando de frío, Cigarra recurre a Hormiga. Pero este, dueño de las semillas, hará un trato: el alimento a cambio de la guitarra, dejando así a Cigarra sin su instrumento y su música, y debiendo trabajar para pagar su deuda.
Esta obra relata la conocida relación entre la hormiga laboriosa y la cigarra cantora. Pero va un paso más allá, al plantearnos una reinterpretación: el arte como un trabajo. Representada con títeres de mesa, la propuesta nos acerca al mundo de la fábula hecha acción. Y recupera al relato, como transmisor de valores.